26 septiembre 2009

Trailer "Ahora sí que muero"



Vídeo grabado en el Teatro del Balcón de las Artes Escénicas, Expo Zaragoza, junio 2008.

07 agosto 2009

Buñuel sigue fascinando


Ayer, jueves, 6 de agosto, se cumplió ese raro porcentaje que representa la excepción de las cosas excepcionales: en pleno mes de agosto una sala de teatro de una ciudad como Zaragoza, abarrotada, fue testigo de la magia que elaboraban cuatro alquimistas sobre un escenario, convocando con sus conjuros el espíritu iconoclasta y a contra corriente de uno de los mejores directores de la historia del cine, Buñuel.

03 agosto 2009

Ahora sí que muero en "Noches de verano"

Dentro del programa de cine, música y teatro, Noches de verano, que viene organizando la Fundación CAI-ASC en los meses de julio y agosto, se programa el espectáculo multidiscipliar Ahora sí que muero, el jueves 6 de agosto de 2009, a partir de las 21 h.

Lugar
FUNDACIÓN CAI-ASC
C/ SAN BRAULIO 5-7
50003 ZARAGOZA


AHORA SÍ QUE MUERO
Les invitamos a hacer un recorrido breve pero intenso por el mundo onírico y surreal de un gran director de cine, maestro de la imagen más provocadora e irreverente, don Luis Buñuel, a través de una ceremonia en formato de vía crucis laico y surrealista, integrado por imágenes, música, danza e interpretación, siendo en suma la composición, descomposición y putrefacción de un cadáver exquisito (camino, muerte y sepultura). Que ustedes lo devoren bien.

Dirección, guión y producción: Vicky Calavia
Dirección escénica: Alfonso Pablo
Coreografía y danza: Ingrid Magrinyá
Actor: Pedro Rebollo
Montaje musical / DJ: Lord Sassafras
Montaje audiovisual / VJ: Yago de Mateo
Vestuario y atrezzo: Viacrucis.com
Asistencia artística: Miguel Ángel Ortiz
Fotógrafo: Miguel Manteca
(Todas las imágenes y el audio están tratados, lanzados y editados en directo)

02 junio 2009

El sueño de Pedro



Los Olvidados
, Luis Buñuel, 1951

Decía Manuel Rotellar, en un especial que realizó sobre el director para TVE Aragón en 1982, que el viento que se oye de fondo constantemente en el sueño es el cierzo zaragozano. Todo un homenaje del calandino a su tierra, desde México.

31 mayo 2009

Álbum de fotos

Más imágenes de la representación en Arbolé, el 28 de mayo de 2009.
Ahora sí que muero en Arbolé

30 mayo 2009

En Arbolé


Fotografía: Un momento de la obra "Ahora sí que muero". 28 de mayo 2009, Teatro Arbolé


Un placer terrible para una persona consiste en sujetarla con grillos en los subte­rráneos del castillo. El brazo rígido y sujeto en el muro. En la palma de la mano se le hace una pequeña herida y se cultivan en ella larvas de mosca o de coleóptero. Al poco tiempo cientos de gusanos bullen en la mano.

Gags, Luis Buñuel

(Texto incluido en el libro “Recordando a Luis Buñuel”, Pedro Christian García Buñuel, 1985)

24 mayo 2009

Quieren dejarme en paz


En una estancia entre cuatro velas se halla un ataúd, dentro del cual yace una mujer bellísima que puede ser la novia. Al aproximarse a ella el protagonista el cadáver abre los ojos y les dice: "Quieren dejarme en paz".

Gags, Luis Buñuel

(Texto incluido en el libro “Recordando a Luis Buñuel”, Pedro Christian García Buñuel, 1985)

Apocalipsis

El demonio vestido de blanco

Están haciendo el camino de Santiago desde Francia un señor entrado en años, los 60, y uno joven que no pasará de los 35 de edad. Se encuentran en este momento por Bayonna, ya que un letrero señala la población que han dejado atrás.

—Me duele el pie a causa del Camino todo el día—

—¡Claro! Con la suela levantada— le contesta el más joven

Ahora pasa un coche muy cerca de ellos a toda velocidad. El muchacho joven grita:

—Ojalá tengas un reventón y te estrelles—

Al terminar de decir la oración el coche se estrella,prendiéndose fuego.El anciano y el joven se quedan asombrados. Uno le pregunta al otro:

—¿Te parece que aún vive?

—Con ese porrazo no creo—. Contesta el joven

Se acercan al coche y ven al conductor en el asiento de delante, muerto. El ancianodice:

—Deberíamos llamar a la policía.

De pronto, del interior del vehículo, desde el asiento trasero, se oye la voz de un muchacho apuesto con una barbita por toda la cara. Todo vestido de blanco.

—¡No! No lo hagan. Les retendrían durante horas y ustedes deben irse.

El viejo pregunta extrañado:

—¿Estaba usted ahí? No le hemos visto. ¿Tú lo comprendes? —pregunta el ancianoal joven

—¿No está usted herido?—, pregunta el peregrino joven.

El muchacho vestido de blanco contesta saliendo del interior del vehículo:

—Subí cuando le desearon que se estrellase. Justo en el último momento. ¡Márchense, LES HE DICHO QUE SE VAYAN!

—¿Y quién es usted? Vuelve a preguntar el anciano.

—Un obrero que no descansa jamás. Allí somos millones y millones.

El anciano pregunta otra vez:

—¿Dónde?—.

El joven vestido de blanco, como respuesta, les enciende la radio del vehículo estrellado. Se oye la voz de Luis Buñuel retransmitiendo, después él mismo responde a cada oración que sale de la radio:

Lágrimas allí no valen. Arrepentimientos no aprovechan.

Lágrimas allí no valen y los arrepentimientos no aprovechan.

Oraciones allí no se oyen. Promesas para adelante allí no se admiten.

Allí las oraciones no se escuchan y las promesas para el futuro se rechazan. Repite el joven vestido de blanco señalando al horizonte.

Tiempo de penitencia allí no se da.

La oportunidad de hacer penitencia allí no existe.

Porque acabado el postrer punto de la vida, ya no hay más tiempo de penitencia.

Porque rebasado el último instante de la vida ya no hay tiempo para penitencia.

Se cae un reloj que recoge el joven vestido de blanco, inmediatamente lo tira al suelo con barro y lo hunde bajo su pie y con expresión muy grave vuelve a decir.

—Algún día seremos salvados, en el Juicio Final, Dios se apiadará de nosotros.

Los peregrinos se van sin hacer caso a estas últimas palabras, sin embargo el que va vestido de blanco les grita:

—¡Eh! ¿Querían zapatos? Mira, a él ya no le hacen falta.

El peregrino anciano sonríe.

Escena de La vía lactea (La voie lactée, Luis Buñuel, 1969)

Sueño

Alguien que en un momento de lucha o de peligro hace un disparo de revólver. La bala como en los sueños sale muy despacio del revólver y cae a los pies del que disparó. Esto llena de terror al personaje. Quiere huir y no puede. Parece clavado a tierra.

Gags, Luis Buñuel

(Texto incluido en el libro “Recordando a Luis Buñuel”, Pedro Christian García Buñuel, 1985)